Por Japi Jane,
@japijane , www.japijane.cl
Amo los lubricantes <3.
Es lo que más ocupo dentro de los productos de mi tienda, lo que más recomiendo y lo que más vendo. “Pero Jane, yo no necesito lubricante todavía, aún me lubrico bien”, seguramente es lo que tú, y muchas están pensando. Yo tampoco lo necesito, sin embargo, prefiero utilizarlo en cada encuentro sexual que tengo conmigo misma o con otras personas, incluso cuando no haya penetración. ¿Por qué? Porque todo fluye mejor, más suave, más rico y con tan solo un par de gotas de esa pócima exquisita.
Partamos desde la base, -espero que no estemos haciendo solo “dos cucharadas y a la papa” y que existan toqueteos varios de contacto piel a piel-. El contacto solo se puede beneficiar con lubricante, especialmente tocando zonas sensibles como clítoris o el glande del pene. El roce directo de esas zonas puede incluso llegar a molestar algunas personas. La lubricación natural que produce la vagina es interna. Sin embargo, ¡se puede disfrutar de mucha actividad externa! Para mí, no hay nada más rico que aplicar un par de gotas de lubricante en la zona de mi clítoris y hacer un masaje circular suavemente con el dedo índice y del medio.
Por supuesto que el uso del lubricante sirve para facilitar la penetración (con juguetes, dedos o un pene), especialmente en situaciones cuando haya poca lubricación. Por ejemplo:
- Cuando decidimos hacer un “rapidito” y no alcanzamos a lubricar
- Durante la lactancia
- Durante la perimenopausia y menopausia
- Por los efectos de la quimioterapia
- Tomando ciertos antihistamínicos
- Durante el juego/sexo anal (el ano no se auto lúbrica como la vagina)
Hace años, en un taller de educación sexual, me hicieron una advertencia que nunca olvidaré y quiero compartir con uds…: “Nunca reemplazar el amor y la previa con un lubricante”.
El lubricante sirve para aprovechar al máximo las sensaciones en un encuentro sexual consensuado. Por otro lado, los lubricantes no deben tapar la falta de una excitación adecuada ni facilitar encuentros que son solo para cumplir con las expectativas de otras personas.
Soy una experta en lubricantes, he probado más de 25 diferentes tipos, y te puedo realizar una cata de ellos, llena de detalles y sutilezas como si fueron vinos. Por el momento solo es importante saber que hay dos grandes tipos de lubricante: en base de agua y a base de silicona. Te recomiendo partir con una versión a base de agua porque es lo más parecido a la lubricación natural producido por una vagina. Es compatible con los preservativos y con todos los juguetes sexuales y además es hipoalergénico. Los lubricantes a base de silicona -en general- son más sedosos y resistentes, pero su textura es más densa. No son compatibles con los juguetes hechos de silicona.

Después de que te conviertes en una fan del lubricante como yo, puedes ir probando distintas versiones/cepas. Por ejemplo, existen algunos que producen calor o frío e incluso con sabor. Existen variedad de sabores también (dulce de leche, frutilla, chocolate, coco…)
¡Hay un mundo para descubrir y saborear!
Después de tantos años de hablar y conocer sus bondades, ¡formulé mi propia versión! Sí, ya existe el lubricante Japi Jane. Tiene una mezcla perfecta y equilibrada entre el agua y la silicona. Tiene leves notas a caramelo, es sedoso, compatible con juguetes/preservativos y libre de crueldad animal. Busca su caja con un elefantito rosado en la portada en Salcobrand, Farmacias Ahumada o en Jumbo, y por supuesto en mis tiendas y www.japijane.cl